Señalan Juicio contra presunto homicida del municipio de San Ignacio

Tegucigalpa, Francisco Morazán. En Audiencia de Proposición de Pruebas, evacuada por Agentes de Tribunales de la Fiscalía Especial de Delitos Contra la Vida (FEDCV), se señaló para el 2 de agosto de 2018 el Juicio Oral y Público en contra de Eber Danexy Ávila Soto quien también se hacía llamar Ider Orlando Elvir y está procesado por el delito de Homicidio en perjuicio de Gabriel Cabrera Gómez.

Asimismo, la FEDCV imputa los delitos de Portación Ilegal de Armas de Fuego y Privación Injusta de la Libertad en perjuicio de la Seguridad Interior del Estado de Honduras y de un Testigo Protegido, respectivamente.

De acuerdo a la investigación dirigida por el Ministerio Público y practicada por la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), el hecho ocurrió el 1 de junio de 2017, alrededor de las 6:40 de la tarde, en la aldea el Escaño de Tepales en San Ignacio, Francisco Morazán.

El expediente relata que Ávila Soto llegó en una motocicleta a la vivienda del Testigo Protegido y de repente el procesado cerró la puerta principal de la vivienda y dijo que se trataba de un asalto, justo en ese preciso momento apareció la víctima y pregunto qué pasaba y fue cuando el encausado le dijo que le entregara la máquina de “Tigo Money”, sin embargo éste se opuso, lo que provocó que le empezara a disparar quitándole la vida de forma inmediata al hombre y dándose a la fuga.

Cuando el autor del crimen decidió huir en su moto la misma no le encendía y vio otra motocicleta estacionada cerca del lugar de los hechos y amenazó al dueño exigiéndole que lo llevara a un determinado lugar y al ir en camino el procesado se cayó de la moto y la otra persona aprovechó para huir y dejarlo tirado.

En ese instante pasó una patrulla policial, a quienes les informaron lo sucedido y dieron aprehensión al sospechoso, decomisándole todas las evidencias, incluso la ropa que llevaba puesta fue enviada a los laboratorios forenses del Ministerio Público para ser analizada ya que las pertenencias estaban ensangrentadas, lo que confirmó la tesis acusatoria.