Tegucigalpa, Francisco Morazán. El Ministerio Público por medio de la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (FESCCO), Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) y peritos del Laboratorio Químico Toxicológico de Medicina Forense, realizaron análisis periciales a un cargamento de 230 kilos de clorhidrato de cocaína, ocultos en 33 bidones con líquidos utilizados para limpieza de tapicerías y alfombras.

Los resultados confirmaron que la sustancia incautada corresponde efectivamente a clorhidrato de cocaína, un alcaloide tropano en forma de polvo. El cargamento será incinerado en los próximos días, conforme a la orden emitida por el juzgado con jurisdicción nacional en materia de criminalidad organizada y corrupción.

La droga fue decomisada el pasado viernes 13 de junio tras un trabajo de inteligencia de los agentes de la ATIC, quienes interceptaron un camión con placa TCI 2438 sobre la carretera CA-13, a la altura de la comunidad de Pueblo Nuevo, Omoa, Cortés, aproximadamente a 40 kilómetros de la frontera de Corinto, punto aduanero hacia Guatemala, país al que iba destinada la mercancía.

Según las investigaciones, el camión había salido desde San Pedro Sula con 240 recipientes de cinco galones cada uno, de los cuales 33 contenían la droga camuflada.

La inspección se llevó a cabo en los predios de la Fuerza Naval de Puerto Cortés, con el apoyo de la Fuerza de Tarea Maya Chortí, la Policía Militar del Orden Público (PMOP) y sus binomios caninos, quienes colaboraron activamente en esta operación antidroga.