Tegucigalpa, Francisco Morazán. Una comitiva de agentes de tribunales del Ministerio Público asignados a la Sección Antiextorsión de la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (FESCOO) conocieron y compartieron con homólogos de la Fiscalía General de la República de El Salvador, experiencias para la investigación de la extorsión.

El encuentro sirvió para que los fiscales hondureños empleen técnicas especializadas para la investigación del delito de extorsión, así como desarrollar habilidades para el análisis de tipicidad del ilícito en mención y todas sus modalidades.

La actividad formativa tiene como objetivo fortalecer la capacidad del personal fiscal que trabaja este tipo de casos e implementar estas buenas prácticas para un adecuado y efectivo abordaje de los casos de extorsión, que han dado resultado en el vecino país.

El delito de extorsión es considerado como criminalidad organizada al ser cometido por grupos o estructuras que se asocian para cometer este flagelo, que golpea el patrimonio y tranquilidad de la población, además de los pequeños empresarios en los distintos rubros.

De acuerdo al artículo 373 del Código Penal hondureño el delito de extorsión debe ser castigado con una pena de 10 a 15 años de reclusión y multas; penas que se pueden incrementar en un tercio si el ilícito se comete en el ámbito de un grupo delictivo organizado, cuando se emplea menores de edad, entre otros.