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DISCURSO FISCAL GENERAL EN GRADUACIÓN DE III PROMOCIÓN DEL ATIC Y DLCN

Publicado el 2 noviembre, 2016 | | Compartir

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DISCURSO FISCAL GENERAL EN GRADUACIÓN DE III PROMOCIÓN DEL ATIC Y DLCN

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En América Latina el crimen compite con el desempleo, el crecimiento económico y la desigualdad, entonces ustedes se preguntarán qué significa formar parte del Ministerio Público en esta época, en este día precisamente.

En estos últimos 37 meses los fiscales, agentes y demás cuerpos auxiliares del Ministerio Público, cuando iniciamos esta gestión en diciembre del 2013, una época que ahora me parece tan distante, nos fijamos atacar tres grupos fundamentales de delitos, uno era el ilícito funcional o la corrupción, el segundo era la expansión que ha tenido el delito común con énfasis en los delitos contra la vida y el tercero un auge desmedido del crimen organizado, aplicando a ello a las estructuras del narcotráfico y la extorsión con maras y pandillas.

Y en el tema del crimen organizado se comenzó a diseñar y a implementar lo que debía ser la estrategia que iba a definir nuestra lucha, y era la de quitar a esas grandes organizaciones traficantes de drogas su capital financiero y a la par poner en prisión a quienes conformaban estas organizaciones auxiliándonos con una herramienta valiosa que Estados con mayores recursos como México y Colombia han utilizado en la extradición.

Esta combinación de privarlos de sus bienes y a la vez ponerlos fuera de circulación, permite que los narcotraficantes solo puedan estar en una prisión en Honduras o en una prisión en Estados Unidos, pero jamás en las calles, lo que ha dado resultados satisfactorios y ahí debo reconocer el liderazgo y la fuerza en la conducción de ese proceso que ha tenido la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (FESCCO) y la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN).

Esta estrategia de privar de los bienes ilícitos de las ganancias que obtiene del delito los trasladamos al combate de los delitos contra la corrupción, y eso nos ha permitido, por primera vez en la historia, asegurar bienes tanto en el territorio nacional como fuera del país.

Y para los amigos que nos acompañan de otros países esto quizá no sea nada novedoso, pero en Honduras nunca había sucedido, y por primera vez comenzamos a demostrarle a quienes tomábamos erarios públicos que no solo iban enfrentar la presión a través la condena en un proceso justo, sino que le íbamos a quietar esos bienes.

Casos de corrupción enorme como el del Seguro social iniciaron con acciones e investigaciones en el Ministerio Público. Un 18 de septiembre la Unidad Nacional de Apoyo Fiscal (UNAF) tomó ese caso, y estoy casi seguro que si no hubiésemos asumido el MP en ese momento, la decisión de investigar este caso hubiese quedado en la impunidad mucho de lo que ahí paso.

El tema de mara y pandillas, es un tema que también golpea transversalmente a la sociedad porque es objeto de extorsión no solo las grandes empresas sino también la persona que tiene un pequeño negocio. En cualquier barrio o colonia de la capital, quien tiene una barbería o una venta de comida, han tenido que sufrir el flagelo de la extorsión.

Hace un año y medio dijimos que había que cambiar la forma de en qué se atacan esas estructuras y para ello había que conocer su funcionamiento y su economía criminal, por eso comenzamos a quitarles los bienes, y operaciones como Avalancha en su etapa uno y dos, han demostrado que se puede hacer eso efectivamente, y a la vez han sido un referente de cómo se pueden combatir estas organizaciones criminales en el área centroamericana.

Y es que el tema de los vínculos o de cómo puede premiar la delincuencia en todas sus formas a las instituciones públicas, creo que es algo de lo que tradicionalmente nadie quiere hablar, venía sucediendo, pero nadie lo tocaba todos nos sentíamos más cómodos eludiendo el tema.

Lo hemos dicho desde el Ministerio Público en varias ocasiones, estas estructuras criminales han adquirido un capital económico, y en la medida que han generado recursos, un capital político, al grado que han logrado premiar algunas estructuras buscando de esta manera tener el control territorial y de definir políticas públicas, y un capital cultural cuando han empezado sembrar dentro de algunos segmentos en la población los valores o antivalores de la criminalidad o del enriquecimiento fácil.

Combatir esto requiere de un esfuerzo mucho mayor que el que venían dando los operadores de justicia, porque las redes criminales básicas no pueden vivir sin el Estado, esas redes criminales de corrupción e impunidad solo pueden vivir si tiene acceso a una parcela del Estado, representada por funcionarios corruptos, y a otra parcela del sector privado porque todo ese dinero que se genera desde la clandestinidad tiene que ponerlo a circular, ese dinero no sirve enterrado, ese dinero tiene que ponerlo a correr a traficar por toda la economía.

Necesitamos entonces quitarles esos recursos, si logramos acabar con esa estructura financiera, la razón del crimen organizado de acumular capital financiero desaparecería, se asfixiarían.

Asimismo, es importante hacer espacios de análisis y reflexión de qué es lo que pasa en el combate a la delincuencia, en Latinoamérica generalmente basta con etiquetar un problema público como de seguridad, para que cualquier análisis reflexivo desaparezca y ahí se hace presente la acción improvisada, a veces enérgica, pero que generalmente va a tener resultados negativos para acabar con las estructuras criminales.

Ha estado muy presente en las agendas de los medios el tema de la depuración en el Ministerio Público, creo que va más allá de eso, y hablamos de certificación y evaluación del desempeño. La palabra depuración se queda solo en las pruebas de confianza y creo que el país nos ha demostrado que esos no son infalibles, funcionarios y operadores que pasaron pruebas de confianza terminaron cometiendo los delitos más decepcionantes en los últimos 24 meses.

Entonces nosotros hablamos de una evaluación del desempeño que permita medir cuantitativa y cualitativamente qué trabajo hace cada operador, desde la atención al público, desde su conocimiento y desde como maneja sus casos. Es importante que todos estemos certificados.

Creo que en Latinoamérica y en Honduras por la posición geopolítica que ocupa no pudo escaparse un fenómeno, y es que la barrera entre crimen y guerra se borró, la barrera o definiciones conceptuales de lo que era defensa pública y seguridad nacional llegó un momento que eran muy difícil definirlas, y en ese instante entiendo la posición que tuvo el Gobierno de la Republica de ser acopio de la Fuerzas Armadas para que ayudase a controlar un problema de delincuencia, que en otro país podría ser de seguridad o de salud pública, pero que en estados con constituciones débiles como el nuestro, se volvió de seguridad nacional.

Les pongo un ejemplo, La Mosquita, ahí entra gran cantidad de droga por aire y por mar, ni la Policía, ni la corte, tenemos aviones, ni lanchas, ahí teníamos que recurrir al apoyo de Fuerzas Armadas, era importante que nos apoyaran en eso y se comenzó a crear legislación en la que se les daba facultades incluso de investigar. Nosotros con Policía Militar hemos realizado investigaciones porque la ley lo permite, así como se hace con ATIC, con la Policía Nacional, con la Dirección Nacional de Investigación e Inteligencia, que bueno que podemos tener esa libertad que el legislador nos dio de escoger con quien trabajamos, o hacer grupos en conjunto.

Pero creo que eso también impone que se hable, creo que Fuerzas Armadas debe verlo con toda confianza, porque estoy convencido que la mayoría de sus miembros son hondureños que quieren el bienestar para su país, creo que también sus miembros deben certificarse.

Que significa entonces para ustedes venir al Ministerio Público, un reto enorme, esto que he reseñado en estos minutos se escucha y se dice rápido, pero ha requerido del esfuerzo y la dedicación de hombres y mujeres libres que no tiene más compromiso que con la Constitución y las leyes, y que tienen en su mente y en sus corazones grabar los anhelos más legítimos y aspiraciones de una sociedad a la cual han jurado defender y proteger. Los hondureños como ustedes, fiscales, agentes y demás miembros del Ministerio Público que decidieron ser protagonista de la historia y comenzaron a escribir un capítulo de combate a la impunidad y a la corrupción, precisamente para contribuir a crear una sociedad más justa, más influyente, con memos desigualdades.

Y es que más allá de la justicia y declaraciones liricas de justicia social, creo que ningún hondureño se opone sin excepción a asegurar y maximizar esas mínimas oportunidades que el sistema social en que vivimos proporciona a los menos desposeídos, y en ese orden de ideas el combate a la corrupción y a la impunidad son fundamentales, porque creo que como se los dijo esta mañana el director de ATIC y DLCN, su principal arma es su talento, su mente, sus ideas y su formación. Si ustedes ven la fisionomía nuestra como seres humanos, creo que somos de los seres vivos más débiles de la naturaleza, no tenemos la fuerza de un gorila, la potencia de un león, la agilidad de un tigre, en teoría debimos haber desaparecido hace mucho, porque en la cadena alimenticia estamos muy abajo, pero tenemos algo, tenemos raciocinio y tenemos mente y pueden utilizar sus conocimientos, esa es una herramienta valiosa, y ante todo yo agregaría la voluntad y la determinación.

Estoy convencido que puede hacer más un solo hombre con una llave oxidada, pero con determinación, con energía, que 10 personas con una caja de herramientas, pero sin voluntades, sin deseo de hacer las cosas.

Estaba leyendo el promedio de la edad de ustedes, y son esa generación y o del milenio que llaman, que los han definido políticamente más independientes, más críticos de los procesos de toma de decisiones y del manejo de la situación, pero sobre todo ustedes son nativos digitales, porque crecieron con la tecnología y son un factor de cambio diferente, ustedes representan una oportunidad que Honduras se merece.

Creo hay unas líneas de un libro que quedaron grabadas más que en mi mente y mi corazón que son las líneas de El Hombre Mediocre de José Ingenieros que dicen que “cuando pones la proa visionaria hacia una estrella y tiendes el ala hacia tal excelsitud inasible, afanoso de perfección y rebelde a la mediocridad, llevas en ti el resorte misterioso de un ideal” y estoy convencido que ustedes al formar parte de la familia del Ministerio Público han abrazado los ideales de justicia, libertad y lealtad para el pueblo que tenemos todos.

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