
Tegucigalpa, Francisco Morazán. Mediante un allanamiento de morada en el barrio Sunsery de San Pedro Sula, Cortés, la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) ejecutó la captura de Julio César Amaya luego de ser identificado como presunto responsable de los delitos de otras agresiones sexuales agravadas continuadas, violación agravada continuada y trata de personas agravada con fines de explotación comercial.
La denuncia que dio origen a la investigación fue presentada a inicios de febrero de 2025. La víctima relató que los abusos comenzaron cuando tenía apenas seis años y que estos se prolongaron durante mucho tiempo; señaló que el sospechoso la amenazaba con hacer daño a su madre y hermanos si no obedecía, lo que le generó un ambiente de miedo y control constante.
Con el tiempo, los abusos se agravaron cuando el sospechoso presuntamente comenzó a venderla a otros hombres por sumas entre 500 y 700 lempiras, exigiéndole grabar videos con contenido sexual y la obligaba a mantener relaciones con terceros. Los hechos continuaron incluso cuando la víctima alcanzó la mayoría de edad, entre enero y febrero de 2025.
La situación llegó a un punto crítico cuando la joven resultó embarazada y es así que con el apoyo de algunos familiares, acudió a la Unidad Contra la Trata, Explotación Sexual Comercial y Tráfico de Personas de la Regional Norte para interponer la denuncia. A partir de ese momento, el grupo de investigación de delitos contra la libertad sexual y trata de personas de la ATIC inició las diligencias correspondientes para documentar el caso y ubicar al sospechoso.
Para el momento de la detención se contó con el apoyo de la Policía Militar del Orden Público, así como de la organización Aerial Recovery, que colaboraron durante el proceso investigativo. Con la captura del sospechoso, se avanza en la búsqueda de justicia para la víctima y en el esclarecimiento de los hechos.


