Agentes de la ATIC y de la DPI se capacitan para eficaz aplicación de protocolo que permite abordaje de víctimas de violencia sexual

San Pedro Sula, Cortés. –En el marco de la operación “JÚPITER IV” personal del Módulo de Atención Integral Especializado (MAIE) y de la Dirección General de Medicina Forense (DGMF) de la oficina regional de San Pedro Sula, impartieron una capacitación a personal de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) y de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) sobre la correcta aplicación del protocolo que permite el abordaje de víctimas de violencia sexual.

La capacitación impartida por el doctor Orlando Merino se centró, como se dijo, en el protocolo de atención en delitos sexuales y la importancia que tiene el investigador en cuanto a la efectiva recopilación de todos aquellos indicios y evidencias que permitan científicamente lograr al final de un proceso un resultado positivo a favor de las víctimas de delitos sexuales.

Merino detalló que, uno presupuesto fundamental que concurre para calificar un delito es el acceso carnal, el sujeto activo, sujeto pasivo y la utilización de medios violentos, y que un examen médico forense debe comprender desde el interrogatorio, la inspección, examen de lesiones, muestras de laboratorio, evaluación psicopatológico forense y la referencia de tratamiento curativo.

El galeno remarcó que resulta importante para el investigador, por ejemplo, conocer los tipos de himen, los cuales pueden ser: Himen anular, semilunar, labial o bilabiado, franjeado o de herradura, el estrellado, además el cribiforme, biperforado, septado o tabicado, el multilobulado, el hipertrofiado, coroliforme y el imperforado.

También destacó el diámetro del himen que en una persona de 2 a 5 años equivale a 5 mm, de 6 a 9 es de aproximadamente 9 mm y de los 10 años es de 15 mm.

Consideró que para encontrar una lesión en el área genital es necesario establecer el tipo de himen, para buscar las posibles rupturas, la ubicación de unaruptura se describe siguiendo el sentido contrario, la verdadera ruptura del himen debe llegar hasta el borde de inserción y las rupturas incompletas, son aquellos que no llegan hasta el borde de inserción y deben diferenciarse de las escotaduras congénitas.